confusión de alegría y tristeza va acompañado por el repiquetear de las sirenas de los carros patrulleros de la policía y la de los vehículos de la estación de bomberos, más el redoblo de la afamada campana María Angola, es así que en retroceso retorna nuevamente a la Catedral, hasta el próximo año.
Entre la multitud, la gente trata de alcanzar a recoger el ñ’ucchu que fue esparcido entre sus fieles, para así tener algo del Señor de los Temblores.
Esta planta, según la tradición, es también medicinal y sirve más si está bendecida; ya que en infusión la utilizan como sudorífica, para transpiraciones, resfriados o contra el reumatismo gotoso, depurativo de la sangre, curando también el cáncer y las úlceras estomacales.
Nidia Beatriz Perez Palma |